Cómo ofrecer experiencias a tus clientes en vez de productos

Cómo me ha quedado el título del post, no se si dejarlo, bueno si que lo voy a dejar que eso de ofrecer experiencias a tus clientes siempre es una aventura, para ti y para el cliente, que te hará conseguir tus objetivos 😉

 

No pienses mal, que te he pillado mente calenturienta, que esta entrada no va de eso.

No se si lo sabes, pero las experiencias son como las meigas, haberlas haylas y además las hay buenas y malas, también como las meigas.

Yo voy a hablarte de ofrecer buena experiencia al cliente, que de las malas ya te hablé sobre cómo la actitud del vendedor puede hacer que compres otra vez o no vuelvas.

Cuando hablo de ofrecer una experiencia a tus clientes lo que quiero decir es que hay que hacerles sentir completamente diferente para conseguir que piense en ti con una sonrisa en los labios. Te propongo hacer un experimento, aquí y ahora, a ver si sale:

 


Recuerda ese momento de tu vida que hizo que anduvieras dos palmos sobre el suelo, que el corazón lo tuvieras henchido de tanto gozo, que sabías que en ese momento, nada ni nadie podía sacarte de esa embriaguez. Estabas eternamente feliz, eternamente enamorado de ese momento, de esa circunstancia.

¿Lo has recordado? ¿A que tenías una sonrisa en los labios? No pares, sigue sonriendo. Y si quieres nos lo cuentas en los comentarios.

Mi momento sin duda fue cuando nació Sara. Fue un sentimiento que me pilló desprevenido, que vino sin avisar. Era la primera, así que estaba experimentando lo que era tener un hijo. Luego vino Alex y me hizo muchísima ilusión también, pero no fue la misma sensación. Supongo que ya la esperaba.

Por aquel entonces Pilar no tenía muy claro lo de tener hijos, aunque yo tenía muchas ganas. Empecé a hablar de Sara (así la llamaba) antes de que fuera si quiera proyecto, la contaba que sería una niña preciosa, dulce, encantadora y la cantidad de cosas que haríamos con ella. Al poco ella también hablaba de Sara, se quedó embarazada y nació una niña preciosa, dulce y encantadora. Tal y como la habíamos imaginado, tal y como la habíamos soñado.


 

De eso se trata, de trasladar ese sentimiento a tu cliente, de ofrecer experiencias a tu cliente para que no deje de sonreír cuando te recuerde.

Vale, vale ya se que no es fácil. Si lo fuera lo haría todo el mundo. Yo te voy a dar tres puntos con los que puedes conseguirlo.

 

No pares de sonreír

 

Reconozco que este punto me toca la fibra. Si no es la primera entrada que lees de este blog, ya sabes que conmigo la sonrisa tiene un poder especial.

La sonrisa contagia, nos acerca al resto de personas, es el pegamento social (en algún sitio leí esta definición). Si sonríes atraes a los demás. También en el mundo online, cuando escribes o tuiteas.

Este punto lo cuenta Maïder Tomasena en el post cómo convencer a un cliente de que tu eres la mejor opción. Desde que lo leí sigo su recomendación de escribir con una sonrisa en los labios. Espero que lo hayas notado 😀 !! Ya me dirás en los comentarios.

 

Hazle sentir que es único

 

Sí, es tarea tuya hacer sentir a tu cliente que no hay nadie como él o ella. Averigua lo que busca y lo que necesita (ojo, no tiene por qué ser lo mismo) y ofréceselo.

Tómate la molestia de conocer a tu cliente. También en el mundo digital. Sobre todo en el mundo digital, porque esta circunstancia hará que tu cliente gaste más en el ticket medio de compra y tu gastes menos en captar clientes nuevos, porque tu foco será ampliar el ticket de compra de tus clientes actuales.

¿Sabes que, según mi experiencia, cuesta 7 veces menos hacer que un cliente vuelva a comprar que conseguir un cliente nuevo?

Haz que de traer a los clientes nuevos, se encarguen los actuales, al menos en su mayoría. ¿Acaso tu no recomiendas a quien te hace sentir especial? Desarrollar esto da para unas cuantas entradas, así que lo siento, pero lo dejaré para otra ocasión. Quédate con la idea.

 

Sorpréndele

 

Reconozco que este punto es el más difícil de todos. Implica imaginación, romper moldes, ser disruptivo, pero sobre todo… tachán tachán…. conocer a tu cliente. ¿Te suena?

Cuando conoces a tu cliente, le puedes ofrecer verdaderas experiencias que le aporten valor. No quiere decir que te cuesten mucho, sino que a tu cliente le aporte valor.

Y hablando de sorprender, yo te quiero sorprender con dos cosas, bueno ya te las he comentado estos días de atrás pero te lo recuerdo:

 

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2 Comments
  • Pilar
    agosto 27, 2014

    Por alusión, reconozco que la estrategia empleada para «venderme a Sara» fue brillante. Sí, podría haber salido «mal», esto es, despues de haberme comido el coco con Sara esto, Sara aquello, podría haber salido niño. Lo que yo he aprendido de ti con esta experiencia es que tenemos que arriesgarnos, pensar en como vamos a conseguir aquello que deseamos y confiar que podemos hacerlo.
    Un beso

    • Enrique Arias Muñoz
      agosto 28, 2014

      Lo visualizamos, lo convertimos en nuestro sueño, lo perseguimos y al final, se convirtió en realidad. Fue trabajo en equipo, como no podía ser de otra forma 😉
      Besos!

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