Cómo la gamificación en la empresa crea experiencias memorables

Hace un tiempo decidí apostar por la Gamificación en la empresa como una nueva palanca para ayudarte a crear productos y servicios memorables y entre otras cosas, fidelizar a tus clientes. Ahora te cuento cómo puedes beneficiarte de la gamificación y cual es el impacto que tendrá en tu negocio.

 

Si llevas tiempo a mi lado, ya sabes que la ludificación o gamification, como lo llaman los anglosajones, es algo que hacía tiempo me llamaba mucho la atención, así que después de empezar a aplicarlo en el proyecto Munders y ver el potencial (empecé la casa por el tejado), decidí formarme intensamente en el tema realizando este Master en Gamificación y Narrativa Transmedia que ya he terminado y con el que he aprendido un montón: he mejorado Munders creando el Tablero Munders (¿esperabas que se llamara de otra manera? 😉 ) para diseñar experiencias, productos y servicios innovadores, además he diseñado entre otras cosas un juego que desarrolla la competencia de trabajar en equipo, te animo a que lo descubras (literalmente) aquí e incluso un gestor de tareas para el hogar, este último junto con mi compañero @pepepedraz.

 

Como lo que me gusta es aportarte valor a través de este blog, voy a crear una serie de artículos con los que te contaré lo que puedes conseguir si pones en marcha proyectos de gamificación, tanto dentro de tu empresa como enfocado a tus clientes. Además te los voy a presentar con la mirada puesta en diferentes sectores y a los comportamientos que deseas promover en tus usuarios (entendidos como empleados, clientes, proveedores o usuarios propiamente dicho) así que estate atento, que irán llegando.

 

¿Qué es esto de la gamificación?

 

Para empezar, vamos a poner luz sobre lo que estamos hablando. Seguro que ya has leído muchas definiciones, alguna incluso te he adjuntado algún link más arriba, pero te voy a dar la mía:

Gamificar es aplicar el diseño de juegos para fidelizar a los clientes, resolver problemas y mejorar procesos en tu negocio.

 

Ya se, ya se, ahora me vas a decir:

 

TU

“Pero Enrique, alma de cántaro, que mi negocio/empresa es serio, que no puedo andar con juegos”.

YO

“Joven Padawan, no hay nada más serio que un juego, porque a través del juego, aprendemos, nos motiva hacer cosas que nos cuesta hacer de otra manera y además nos encanta repetir, volver a jugar ¿o no te gustaría que tus empleados, clientes, usuarios cada vez que disfrutan de tus productos/servicios (repiten, algo importante para tu negocio) se les pusiera una cara parecida a esta?”

Estado de FlowInstantáneas de personas jugando a un videojuego, en estado de flow.

TU

“¡Pues sería increíble!, pero ¿qué es eso del estado de flow?”

YO

”¿Alguna vez has estado tan concentrado en una tarea o en un juego, tan metido dentro, que no eras consciente de todo lo que ocurría a tu alrededor? Si, ¿verdad? Pues eso es el estado de flow, ese estado en el que te sumerges tanto, porque te estás divirtiendo, que toda tu atención se centra exclusivamente en lo que estás haciendo”

TU

“Estaría genial ver a mis clientes así mientras se relacionan conmigo. Pero la verdad, sigo sin verlo. Eso del juego…”

YO

“Vale, conoces por ejemplo LinkedIn, eBay, Duolingo, ¿verdad?

TU

“Claro, vivo en este siglo. Utilizo estas herramientas a menudo, algunas todos los días”

YO

“Bien. ¿Y si te digo que estas herramientas están gamificadas en mayor o menor medida, te sigue pareciendo un juego poco serio?”

TU

“WOOOOW, vale cuéntame más que creo que esto me va a interesar”

¿Por qué te interesa la gamification para tu negocio?

 

Verás, una de las cosas que hace que la gamificación sea algo verdaderamente potente es el hecho que esté sustentada entre otras cosas por la psicología, ¿o creías que esas caras se conseguían por casualidad?

 

Un buen sistema gamificado, se estructura en base a los motivadores y comportamientos que se quieren fomentar en los usuarios. Por lo tanto la gamificación nos sirve para crear experiencias memorables, de esas que no se olvidan, que se recuerdan con el paso del tiempo, de las que la gente habla.

 

Como alguien dijo una vez, lo siento pero no recuerdo quien fue, no es lo mismo motivarse que obligarse y en divertirse está la diferencia.

 

[piopialo vcboxed=»1″]No es lo mismo motivarse que obligarse y en divertirse está la diferencia.[/piopialo]

Así que imagina que tus empleados/clientes/usuarios/jugadores, estuvieran motivados para llevar a cabo aquellos comportamientos que te gustaría que hicieran. ¿Es potente o no es potente?

 

¿Cómo puedes aplicar la gamificación en la empresa?

 

Como te he comentado, para que realmente el sistema gamificado deje huella, o sea que funcione, debe estar construido sobre los pilares de los motivadores y comportamientos que desees fomentar, y también añado una variable más: hay que enfocarlo también en los tipos de usuario a los que va dirigido.

 

Esto quiere decir que no vale sólo (recalco lo de sólo) con implementar los llamados PBL (puntos, badge o medallas y rankings). Abro un paréntesis: si alguien te propone para tu negocio sólo esto huye, corre deprisa, sin mirar atrás, porque te auguro que no va a funcionar.

 

A esta triada, los llamamos motivadores extrínsecos, es decir, aquellos que nos motivan a hacer algo porque recibimos algo a cambio. Funciona durante un tiempo, un tiempo corto, muy corto generalmente. ¿O acaso conoces a alguien que vaya motivado al trabajo por el sueldo que cobra? Seguro que los primeros días sí (siempre que sea un sueldo decente, claro) pero luego…

 

Entonces, ¿no hay solución? Si que la hay y se trata de los llamados motivadores intrínsecos, o aquellos que hacen que hagamos las cosas simplemente porque queremos hacerlo. Te dejo una pincelada por si quieres investigar más (este es un motivador intrínseco, je je je), se trata de la teoría de la autodeterminación, que dice muy resumidamente, que a las personas nos encanta relacionarnos, nos encanta tener autonomía para hacer cosas, nos encanta aprender y desarrollarnos como personas y añado uno más propuesto por Andrej Marczewski con su teoría RAMP (Relatedness, Autonomy, Mastery and Purpose), nos encanta ser filántropos.

 

Así que el truco para un buen sistema gamificado, está en combinar ambos motivadores, tanto extrínsecos como intrínsecos.

 

Entonces, ¿dónde puedes aplicar la gamificación? Internamente en tu empresa con tus empleados y externamente, con tus usuarios, clientes, distribuidores y/o proveedores.

 

Como te he comentado, en siguientes artículos te lo iré desmigando, para que puedas apreciar todo el potencial que tiene en cada uno de los ámbitos y sectores, así que no te lo pierdas y suscríbete para recibirlo en tu correo si no lo estás ya.

 

¿Cómo empiezas para llevarlo a cabo?

 

Te voy a dar una pequeña pincelada de lo que yo hago tanto para diseñar como para analizar un sistema gamificado para que en caso que te veas en la situación, tengas alguna referencia.

 

Mira, para hacerlo bien, necesitas contar con profesionales que estén formados (por eso hay masters), si es que tu no lo estás.

 

Fíjate que un sistema gamificado puede realizarse utilizando simplemente lápiz y papel o por el contrario se puede realizar el mayor desarrollo tecnológico que se te pueda ocurrir, así que podemos decir que hay una solución para cada tipo de necesidad.

 

Lo que si debes trabajar siempre, y alguien experto te ayudará a llevarlo a la mejor solución, son los siguientes puntos:

 

  • Objetivos: Hay que determinar que objetivos de negocio quieres conseguir al implantar el sistema.
  • Indicadores: Claro, esto es para tu negocio con lo que debes medir si tiene el impacto que quieres que tenga, establecer los indicadores que medirán si los objetivos se cumplen o no y en que medida lo hacen.
  • Tipos de usuario: Es el momento de pensar en las personas que serán usuarios del sistema a gamificar. Ya te he comentado que es un punto importantísimo, que determinará parte del éxito o fracaso de la experiencia.
  • Comportamientos: Debes tener claros cuáles son los comportamientos que quieres fomentar en tus usuarios.
  • Placeres: Al hablar de gamificar, estamos hablando de hacer algo que sea divertido, con lo que debemos activar una serie de placeres que hagan que los usuarios se diviertan.
  • A diseñar: Ahora ya ha llegado el momento de diseñar el sistema propiamente dicho, determinar que dinámicas, mecánicas y elementos de juego son los más óptimos para cubrir los objetivos que deseamos conseguir.

 

Bueno, pues hasta aquí llega la primera pincelada con la que he querido asentar las bases de lo que posteriormente voy a contarte analizando ejemplos reales de diferentes sectores, para que puedas evaluar que consigues si implementas un sistema gamificado en tu empresa.

 

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