Imagínate.
Invasión de caracoles gigantes.
Pero invasión de las gordas, de las que hacen que te pongan en cuarentena y no puedas salir de casa.
Caracoles como puños de grandes.
Por todas partes.
Dañinos.
Los más dañinos del mundo.
Zampándose todo.
Y además siendo un grave riesgo para la salud humana porque portan el gusano pulmonar de la rata, que causa la meningitis en los humanos.
Los muy c4br0n3s.
Así, de buenas a primeras.
Otra vez…
Pues esto es lo que pasó en un condado de Florida hace un par de meses.
Así que están jodidos.
Verás.
A los líderes de equipos como tú también os pasa.
Estás tan bien a tu rollo, con tu estrategia, tus números, tus empleados y de repente…
Invasión de caracoles gigantes.
O guerra en Ucrania.
O recorte de gas.
O la luz se dispara.
O, oh, ooohhh…
Siempre hay algo que amenaza con hacernos caer.
Y hay que estar preparados.
En momentos como estos y en los buenos momentos, sobre todo en los buenos momentos, solo hay una cosa que puedes hacer: apostar por tu equipo.
¿Y cómo lo haces?
Verás.
Hay tres elementos clave que tienes que darle a tu equipo:
- Que sientan que tienen control: que la gente sienta que toma las riendas de su trabajo.
- Que sientan que progresan: tienes que ayudar a las personas a sentir que evolucionan.
- Que se sientan cohesionados: Las relaciones reales en el entorno laboral hacen que tú quieras ir a trabajar, que te comprometas, ya ni siquiera con la empresa, con tus compañeros.
Bien.
Estos tres elementos se los das a tu equipo en una sola jornada de trabajo.
Y además divertida.
Lo haces en un taller de innovación DIPI.
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